Era un Día semi nublado, como cualquier otro de mis días, tristes y pacificos en mis dias fuera de casa o el dojo. Había decidido tomarme un receso de todo un mes de entrenamiento y trabajos de encargo. Mi cuerpo había empezado a pedir un breve descanso, y dije "no, el enemigo no descansará ni tendrá piedad contra mi". Ayer estuve sintiendo el decaer, como si no pudiese mantenerme en pie, así que tome la iniciativa de descansar.

Paseando por las calles adyacentes al mercado, me sentía extraño debido a la gran cantidad de personas de distintas apariencias. En ese momento yo era un alien, no estaba acostumbrado a hablar con alguna persona de manera civilizada, pero no por ello tenía miedo o mostraba antipátia. Tenía deseos de dialogar con alguien. Tenía fuerte interés por saber tratar a los demás, y así obtener lo que quiero. Solamente con la ayuda de alguien más, obtendría esa fórmula, "determinación más actitud es igual a obtener lo que quiero".

Es ahí donde inicia mi encuesta. Me dirigí hacia una aldeana acompañada de una niña pequeña. Le pregunté de que manera puedo obtener lo que quiero en esta vida, su respuesta fue [color=red] -la gentileza y respeto son los valores esenciales para lograr tus propósitos en la vida-[color]. Nada extraño, de hecho, esperaba escuchar ese tipo de consejos de parte de alguien que ya ha vivido tanto y que se lleva bien con los demás. La próxima víctima de mi encuesta, se trataba de un apostador que justamente se despedía de sus amigos del salón de bingo. Su respuesta a mi pregunta fue [color=yellow]-tienes que ser decidido y agresivo para que puedas obtener algo en un mundo como este chico!-[color]. No me sorprendio en lo más mínimo, desde antes de hablarle ya presentía que su manera de ser, sería similar a palabras como esa.

Tantos años de soledad me habían hecho olvidar lo que es tener padre, o madre, un consejero o algún amigo. Ya tenía la fórmula, entonces sólo faltaría, llegar a mi destino: la Cafetería Yoshi de la aldea.
El hambre persistía fuerte, al sentarme en el domo libre, espere hasta que llegará mi turno de pedir la exquisita liga de sopa, fideos, piezas de peces muy exóticas y gustativas, además de huevo y otros condimentos. El chef en turno me ignoraba, de seguro mis atuendos no eran los adecuados para un restaurant de cuatro estrellas. Es ahí cuando utílizo la fórmula para obtener lo que deseo. Me levante de la mesa y con una apariencia desafiante y bruta, llame la atención de los allí presentes, inclusive los del servicio.[color=red] -Escuchame bien zabandija! Me serviras un tazón de ramen! El más amplio y no economices ingredientes o me encargare de hacerte la vida imposible en tu negocio!- [color] y empecé a caminar hacia donde el subsecretario-chef el cual estaba armado de un chuchillo para carnes y dispuesto para echarme del lugar. Muy gentilmente le entregue una bolsa pequeña con cantidad de ryous suficientes para comprar diez platos de ramen[color=red]-ya que llamé tu atención, necesito que me sirval kamaboco especial por favor-[color] le dije con mucho cuidado.

Era ese momento especial, no me había tomado el tiempo en años, para dedicarme una tarde para degustar ese exquisito ramen. Empecé a recorrer los senderos de mi mente, cuando fingia estar bien aún apartado de los demás, cuando fingia no necesitar ayuda de ningún tipo, cuando fingia no estar enamorado. Justo a mitad de comer el plato de ramen, unas gotas espesas y brillantes cayeron justo en el caldo del cual tomaría el último sorbo. Vi mi reflejo en la ventana que estaba a mi lado. Lágrimas tiernas escapaban de mis ojos. No sabía la razón pero estaba muy feliz....